«PRIUS FLAMMIS COMBUSTA QUAM ARMIS NUMANTIA VICTA», es decir: «Numancia, antes quemada por las llamas que vencida por las armas».
El Arte de Morir matando
El primer enfrentamiento entre Numancia y Roma tuvo lugar en 153 a. C.. Los habitantes de Segeda, capital de los Belos, perseguidos por Fulvio Nobilior y un numeroso ejército de 30.000 soldados se refugiaron en territorio de los arévacos.
Los arévacos de Numancia se aliaron con los segedenses y se enfrentaron a las tropas romanas, derrotándolas y ocasionando más de 6.000 bajas entre los romanos.
Durante los dieciocho años siguientes se alternaron periodos de paz y de conflicto, en los que habitualmente el ejército celtíbero salía victorioso frente a contingentes romanos, mucho más numerosos.
Después de veinte años de guerras contra Numancia (desde el 153 a.C.), el Senado romano decidió mandar a su general más famoso, Publio Cornelio Escipión Emiliano, quien llegó a la zona en Octubre del año 134 a.C. Su primera medida fue asolar los campos de la vacceos del Duero medio, que suministraban a las gentes del Alto Duero vino y cereal.
En los meses siguientes, disponiendo de un ejército de 60.000 hombres
(entre legionarios itálicos y tropas auxiliares indígenas), frente a
los 2.500 numantinos encerrados en su ciudad, inició el asedio de Numancia
Escipión se dedicó a aislar Numancia con un férreo cerco, constituido por siete campamentos, levantados en los cerros que rodean la ciudad , unidos entre sí por un muro (vallum), de 9 kilómetros de perímetro (2,40 m de alto, reforzado cada 30m con torres de 4,50 m de , altura).
Además, en la confluencia del río Duero con el Tera y con el Merdancho, dispuso fortines con rastrillos para controlar el paso fluvial.
Tras veinte años de resistencia los quince meses de asedio llevaron el hambre y las enfermedades a los sitiados. Numancia fue finalmente arrasada en el verano del año 133 a.C.
Tras quince meses de asedio la ciudad cayó, vencida por el hambre, en el verano del 133 a. C. Sus habitantes prefirieron el suicidio a entregarse. Incendiaron la ciudad para que no cayera en manos de los romanos. Los pocos supervivientes fueron vendidos como esclavos.
Escipión regresó a Roma y allí celebró su triunfo desfilando por las calles con cincuenta de los numantinos capturados. Para entonces, Numancia ya se había convertido en leyenda.
Ha pasado a la historia como ejemplo de resistencia, acuñándose en la expresión «resistencia numantina».
Conocemos como conquista romana de Hispania al periodo histórico comprendido entre el desembarco romano en Ampurias (218 a. C.) y la conclusión de la conquista romana de la peninsula ibérica al finalizar las guerras cántabras por César Augusto, el primer Emperador Romano (19 a. C.), .Los romanos tardaron DOSCIENTOS AÑOS en pacificar Hispania
Por comparación. Entre los años 58 y 52 a.C., Julio César lideró a las legiones romanas hasta sojuzgar a las tribus galas. Tardaron SEIS AÑOS
Necesitaron VEINTE AÑOS para doblegar a la pequeña ciudad de Numancia y solo consiguieron apresar a 50 supervivientes
EN BENEFICIO DE TODOS,
NO OLVIDEN SU HISTORIA
Resistir es vencer
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A veces toca resistir... Pero cuando resisto es que voy perdiendo, cuando resiste el contrario es que muevo sus fichas
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